La Primera Comida del Día y el Ejercicio Físico
El desayuno como primera comida del día ha sido desde siempre un importante acelerador de metabolismo, y permite activar el consumo de las calorías extras. Se debe realizar en el transcurso de una hora después de despertarnos (o seguido de la actividad física matutina) y es necesario que contenga la justa cantidad de proteínas.
En la mañana nuestro desayuno debería basarse en cereales integrales y pan integral, huevos, semillas oleaginosas, yogurt, jamón bajo en sal o queso ricotta, esto mejora la sensibilidad insulinica y, evita las caídas de energía, así como el hambre a media mañana que es la respuesta a una sucesiva variación de los niveles de glucosa, que, en consecuencia, conlleva a la acumulación de grasa corporal.
Caminar a paso sostenido, usar en cuanto menos sea posible el vehículo o los medios públicos, subir y bajar las escaleras de la casa, bajar del bus unas paradas antes de nuestro destino final, son las herramientas eficaces y útiles para reducir el sedentarismo y generar salud.
La Importancia del Desayuno
El desayuno debería aportar alrededor del 15-20% del consumo calórico diario. Su importancia en el ámbito de una alimentación sana y equilibrada ha sido confirmada por numerosas observaciones científicas, las cuales sugieren beneficios por los macronutrientes y micronutrientes que aporta.
Específicamente, la primera comida del día nos permite:
- Al finalizar el periodo de ayuno nocturno, proveer la disponibilidad energética necesaria para afrontar las actividades de la mañana, y más en general, del día.
- Tener una mayor capacidad de concentración y atención, y sobre todo de resistencia física durante el ejercicio.
- Mejorar el aporte nutricional completo de la dieta, que a su vez es un determinante importante en la eficiencia de los procesos cognitivos.
- Percibir mayor sensación de saciedad y, el consumo de una menor cantidad de calorías en las comidas sucesivas.
- Contribuir al control de los factores de riesgo de las enfermedades crónicas (especialmente de las cardiovasculares), influyendo, además, bien sea directa o indirectamente, en la composición de la dieta en general.
- Brindarnos un momento agradable antes de lanzarnos a la jornada que nos espera.
El consejo es variar lo más posible las opciones alimentarias para:
- Permitirnos consumir todos los nutrientes necesarios y,
- Seguir una alimentación balanceada.
El Desayuno y el Atleta
Como ya hemos dicho anteriormente, un buen y sano primer desayuno es fundamental para todos, y aún más para quienes practican sport por pasión deportiva o profesión. El atleta, apasionado, simple aficionado, o profesional, tiene el deber de prestar una gran atención a la propia alimentación y sobre todo a un desayuno correcto, nutritivo y equilibrado.
Existen numerosos tipos de desayunos nutritivos, ideales para los deportistas: en base a la disciplina practicada y al hecho de tener que afrontar una competencia o un entrenamiento intenso o ligero. Por ejemplo, es importante preparar un desayuno que no haga al organismo sentirse pesado, ya que precisamente debe encontrar en esta primera comida lo necesario para enfrentar el esfuerzo, sin ese exceso de “combustible” que pueda resultar difícil de digerir.
Vale mencionar que, un error común entre los que salen a correr en ayunas antes de ir a trabajar, es saltarse el desayuno o posponerlo. Los expertos sostienen que practicar actividad física sin el debido aporte energético del desayuno nos expone a diversos riesgos, entre los cuales sentirnos mal: Con la caída de la glicemia en la sangre sucede que el glucógeno muscular no es reestablecido como debería, con el posible resultado de daños a los músculos.
Recuerda Que…
El desayuno tiene un rol tan importante y verdadero, por ende, aprende a tener el hábito de desayunar en casa, es el mejor modo para combatir el estrés que a menudo nos espera en las horas sucesivas y, así poder iniciar en lo mejor posible la jornada.