Es muy famosa la dieta mediterránea por sus valiosos aportes a la salud de quien decide regir sus patrones alimenticios con esta dieta, cuyos beneficios derivan principalmente del consumo de vegetales. La dieta mediterránea, como su nombre lo indica, está muy relacionada a las características geográficas de la zona por la cual se le nombra; muchos asocian el mar mediterráneo con sol, bellos paisajes, deliciosas comidas, esparcimiento y descanso, y todos los elementos ya mencionados tienen una relación directa con la dieta, ya te diremos en que sentido.
Prohibido todo lo malo en la dieta mediterránea.
Una persona con mala salud no puede disfrutar a plenitud de los placeres de la vida, y pensando en esa realidad, la dieta mediterránea viene a recomendar eliminar de nuestros hábitos alimenticios todo aquello que nos perjudique, es por ello que en la comida mediterránea, sobre todo en aquella relacionada a la dieta, hay ausencia de azucares, carbohidratos, y la importante disminución del consumo de carnes rojas, inclusive recomienda que se podrían comer solamente una vez al mes.
En lo que es rica la dieta mediterránea.
Este patrón alimenticio está compuesto en su mayoría por lo que se puede llamar grupo de alimentos saludables, que son las frutas, granos, legumbres, pescados y mariscos. Dentro de la cocina mediterránea se aplica como parámetro fundamental la cocción de estos alimentos con pocos condimentos. Muchas veces las comidas se pueden transformar en dañinas gracias a los métodos y elementos que utilizamos para su cocción, agregando sustancias que no son beneficiosas para la salud.
¿Riesgos en la dieta mediterránea?
Algunos indican que la dieta mediterránea no es muy buena por la eliminación de algunos alimentos, específicamente las carnes rojas, lo cual haría que quien esté guiando su alimentación acorde al menú de la dieta mediterránea, pueda sufrir deficiencias de hierro y calcio. El planteamiento anterior no es del todo cierto, aunque la dieta si recomienda la disminución del consumo de carnes rojas, los nutrientes que éstas aportan son sustituidos por otros alimentos, que llegarán a aportar al organismo del receptor de la dieta, todos los nutrientes que necesita para tener buena salud.
Los alimentos de temporadas son claves en la dieta mediterránea.
Dentro de los alimentos recomendados para la dieta, se hace principal énfasis en aquellos que son de temporada, especialmente las frutas y legumbres. El considerar el consumo de los alimentos de la estación, hace que sea la dieta mediterránea muy económica, porque en la mayoría de los casos las frutas de la temporada están a un menor costo que el resto de alimentos o en otras épocas del año, igualmente el uso de las comidas de temporada le dan un carácter aún más saludable a la dieta, porque estos frutos estarán mucho más frescos, y sus propiedades tendrán un mejor efecto para el organismo.
Rol del vino y aceite en la dieta mediterránea.
La bebida más utilizada para el acompañamiento de comidas es el vino tinto, sobre todo en el mediterráneo, y en este caso no es la excepción. Por tal motivo, no se prohíbe en la cocina mediterránea el acompañamiento de los platillos por este licor. Sin embargo, debe prohibirse en los casos donde haya una afección relacionada al licor, por ejemplo alcoholismo, embarazo o alguna enfermedad que pueda manifestarse de una forma más activa en estos casos.
El aceite de oliva es prácticamente la única grasa permitida para consumir en la dieta mediterránea, y como sabemos, este aceite es el más sano del mercado, donde sus propiedades son coadyuvantes en la obtención de una alimentación más provechosa.
La dieta mediterránea necesita compañía.
Y no solo la dieta mediterránea, sino cualquier régimen alimenticio, deben estar acompañado por un programa adecuado de entrenamiento físico. Por más apropiado que sea el menú de la dieta mediterránea, si no hay un esfuerzo físico por mantenerse en forma, los resultados no serán los esperados, y se perderán en el transcurso del tiempo.
La dieta mediterránea no debe ser cuestión de unos días.
La mayoría de las dietas inicia con un esfuerzo importante, pero muchas veces ese esfuerzo se ve poco recompensado por abandonar las recomendaciones alimenticias que nos han hecho; el éxito de la dieta mediterránea y de cualquier otra, está en la constancia y determinación. Luego de enfrentar el proceso con positivismo, es clave que ésta forma de alimentarnos pase a ser de nuestra cotidianidad y estilo de vida. Sin duda, la dieta mediterránea es una opción posible, que permitirá mejorar nuestra salud.