¿Es normal sufrir mareos constantes cuando entrenamos con mucho calor?
Puede parecer normal para algunas personas el sufrir mareos cuando se está entrenando, y aunque en muchas oportunidades el origen de estas dolencias pueden estar relacionadas a la actividad física, hay causas de mareos que no tienen relación al entrenamiento, en esas situaciones es imprescindible la revisión médica. En este artículo nos detendremos en los motivos relacionados al entrenamiento deportivo, y que te podrían estar perjudicando si no tomas los correctivos en su debido momento.
Relación del oxígeno y la sangre con los mareos constantes.
Cuando estamos entrenando, hacemos que nuestros músculos tengan una demandan mayor de sangre, lo que hace también que ameriten la utilización de más oxígeno, en estos casos, es probable que se sufran mareos porque queda menos oxigeno disponible para el cerebro. Es por ello, que antes de empezar a correr deberíamos conocer cuáles son las posibles reacciones que tendremos, y que éstas no sean motivo de preocupaciones innecesaria, mucho más si lo hacemos durante la temporada de verano, con temperaturas muy altas.
La falta de entrenamiento constante puede estar entre las causas de mareos.
Si nuestro cuerpo no está habituado a un entrenamiento continuo, y lo hacemos esporádicamente, principalmente cuando hay mucho calor, lo más seguro es que nos mareemos con facilidad. Debemos entrenar siempre, pero no es buen momento para iniciar este hábito en el verano, a menos de que podamos hacerlo en lugares cerrados con climas controlados, o en horarios donde la temperatura no es tan elevada.
La hidratación es fundamental para empezar a correr cuando hay calor.
Si estamos corriendo, siempre debemos tener líquidos a la mano, mucho más cuando estamos haciéndolo a temperaturas extremas. El no consumir agua, hará más lento para el cuerpo la restitución de líquidos, y para ello debemos consumir agua, o bebidas que nos provean sales minerales, que es lo que más perdemos durante un entrenamiento. Si el cuerpo no tiene las condiciones adecuadas, y además atentamos contra su integridad al someterlo a una demanda energética, es muy factible que se sufra de mareos constantes.
No es bueno un entrenamiento running luego de un ayuno por mucho tiempo.
Si por ejemplo, hemos cenado la noche anterior y a la mañana siguiente salimos a correr, sin haber desayunado, seguramente podríamos estar mareados, y estas probabilidades aumentan cuando hay mucho calor. Sin embargo, podemos sufrir las mismas consecuencias si hemos comido mucho, y esto tiene una causa orgánica clara, al estar haciendo la digestión, el torrente sanguíneo fluirá más profusamente hacia el estómago, y si unimos a esto la demanda de sangre que hacen los músculos durante el entrenamiento, sobre todo de las piernas, habrá menos cantidad de sangre y oxígeno para el cerebro, lo cual puede resultar en un mareo o desmayo.
Hacer lo que debemos evita la aparición de mareos constantes.
Si estamos adaptados a un ritmo de entrenamiento, no debemos aumentarlo cuando las condiciones ambientales no son las ideales, esa esta entre las principales causas de mareos de los runners. La falta de calentamiento, igualmente puede jugar en nuestra contra. Así también es importante estar asesorados sobre la importancia de la respiración y las técnicas que debemos conocer para ello. No hay nadie mejor que un buen profesional del deporte para que nos haga las debidas recomendaciones.
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