Tanto Camino Por Correr, Presta Atención A Estos Síntomas

Cuando tienes una larga ruta que correr, muchas veces la distancia asusta. En el fondo, seguir adelante debe ser el objetivo en el cual tu mente debería estar focalizada. Es cierto hay tanto camino por correr, pero la clave está en no detenerte en ningún punto sino seguir adelante, superando el cansancio físico. Sin embargo, pueden presentarse ciertos síntomas que no debemos ignorar y de los cuales hablaremos en este artículo.

Cada deportista tiene su propia técnica mental para superar ese estado en donde la mente y el cuerpo dicen que renuncies y pares y, por ende, nos sentimos vacilantes, pero cada gota de sudor nos lleva más cerca del objetivo. En este momento, es hora del “cambio de estado mental” para poder continuar en la carrera.

¿Es Normal Que Me Sienta Cansado Mientras Corro?

Por supuesto que es normal que llegues a un punto en el cual mientras corres, te sientes con algo de fatiga, sobre todo para aquellos runners que apenas se están iniciando en el running, o si has estado inactivo por cierto tiempo.

Con el tiempo estas sensaciones deberían desaparecer, pues tu organismo se va adaptando a las cargas de trabajo. Por lo que, en teoría, la situación debería mejorar progresivamente. En el caso de que el cansancio físico se tarde más de lo normal en desaparecer, entonces se podría deber a un sobre entrenamiento.

En este último caso lo mejor es tomarse un día de reposo, y en los días sucesivos correr en una manera menos intensa, por ejemplo, reducir el ritmo en la carrera, pero para compensarlo y que no pierdas la resistencia en el running, puedes aumentar el tiempo invertido en la carrera.

Síntomas Que No Debes Subestimar

Existen algunos síntomas que no deberían subestimarse, y a los cuales se les debería prestar atención. Con el tiempo, el atleta adquiere una sensibilidad nueva y es consciente de más cosas al correr y de su propio estado físico.

La atención que el atleta presta hacia las señales que el cuerpo envía es seguramente mayor que la de una persona sedentaria, y rápidamente es capaz de evaluar la situación, bien sea el estado de cansancio físico y una serie de otros particulares más o menos importantes.

Sucede a menudo escuchar al final de un entrenamiento o una competencia frases como:

“Hoy mis piernas se sentían muy cansadas”.
“No lograba respirar bien”.
“Mis hombros se sentían muy rígidos al correr”.

Esto es motivado por el hecho de que a menudo estos síntomas particulares parecen no estar relacionados directamente con los movimientos atléticos o del entrenamiento, o porque son malinterpretados.

He aquí una lista de los síntomas que no deberías ignorar en lo absoluto, y que en algunos casos motivan la interrupción de la carrera (o, en general, de la actividad deportiva) hasta que una investigación médica revele las causas implicadas.

Si bien estos síntomas no están necesariamente relacionados con patologías peligrosas, aunque dependiendo de cada caso podrían estarlo, hace falta evaluar las causas para excluir enfermedades peligrosas para la salud del corredor:

Excesiva fatiga.
Sensación de opresión en el pecho.
Latidos cardíacos irregulares.
Pequeños abultamientos sospechosos.
Dolor en los huesos y articulaciones.

En la mayoría de los casos, estos síntomas se refieren a la actividad del running, pero las consideraciones realizadas son válidas incluso para otras actividades deportivas. Pues resulta que, a veces creemos que hacer deportes nos recupera de enfermedades, cuando en realidad, y aunque entrenemos adecuadamente y llevemos un estilo de vida saludable, no nos hace inmunes a enfermedades incluso graves.

No es para que el atleta se asuste, pero la actitud adecuada es no subestimar estos síntomas particulares y consultar con un médico especialista según sea el caso.

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